En septiembre de 2007 un enorme objeto rocoso procedente del espacio impactó contra el suelo en Perú, formando un profundo cráter. Seis meses después, el geólogo Peter Schultz y sus compañeros de la Brown University en Rhode Island, Estados Unidos, han llegado a la conclusión de que aquel meteorito se desplazaba más rápido de lo que era previsible.
El objeto, que dejó un cráter de 15 metros de ancho, estaba hecho de roca y, en teoría, debería haberse desintegrado en la atmósfera mucho antes de alcanzar la superficie. Sin embargo, sus piezas se mantuvieron unidas y el objeto podría haber alcanzado una velocidad de 24.000 kilómetros por hora en el momento de estrellarse. Esta rapidez, unida a que el objeto probablemente estaba girando, explican por qué no creó “un agujero pequeño” como se esperaba, sino no un cráter.
Pero, ¿de dónde procedía el meteorito? Tras analizar los restos de roca gris oscura un equipo del Centro Espacial Jonson, en Houston, ha concluído que no guarda ningún parecido con otros bólidos procedentes de Marte ni de ninguna otra fuente conocida.
Según Schultz, ahora cabe preguntarse cuántos lagos y estanques terrestres han sido creados por meteoritos rocosos. Los hallazgos también podrían ayudar a explicar que originó los distintos cráteres en Marte, agregó el experto. |
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